Estimadas pacientes:
Comienza el año y siempre me gusta hacer un balance de lo que ha acontecido en esos 365 días que acabamos de dejar atrás.
Me gusta tomar conciencia de vosotras, de vuestros casos, de cosas de la consulta…todo lo que me ayude a mejorar médicamente hacia vosotras para daros una atención cálida y profesional…y así creo nuevos proyectos, me hago propuestas de mejora y también mantengo lo que veo que funciona.
Y haciendo este balance, quería que vosotras también tomaras conciencia de mí. Conciencia de que soy médico, pero también persona. Que tengo una carrera profesional apasionante, pero también una vida personal y familiar que también son mi pasión. Veo que vuestra demanda de atención excede los horarios propios de un trabajo acudiendo en mi búsqueda sábados, domingos, festivos, y también a altas horas de la noche, incluso cuando sabéis que estoy o he estado enferma. Ahora estamos en pleno temporal de nieve, mi calle está llena de árboles caídos y es imposible absolutamente transitar por ella. No podemos ni ir a Misa, ¡menos a la consulta!
Creo que todos necesitamos tiempos de trabajo, de descanso, de familia, tiempo para uno mismo, para Dios…yo también lo necesito.
Pocas cosas son urgentes en esta vida, pocas cosas no pueden esperar a un lunes y pocas requieren respuesta inmediata, cosa que de algún modo me demandáis. Por favor, sed pacientes con los tiempos de espera, ni me tripliquéis la demanda por tres canales distintos. Y como es cierto que siempre puede haber “urgencias” o “emergencias” hay canales que os estoy haciendo llegar para ello, pero teniendo claro que en Naprotecnología, lo único urgente es un embarazo porque ya está una vida en juego.
En este mundo loco y egocéntrico parece que lo único que importa es lo mío y solo por ser mío, es urgente. Pero no, ese criterio del mundo no es correcto, como tantos otros no lo son.
Y todo esto os lo digo desde el cariño y la confianza que ya nos tenemos. Yo seguiré dándoos lo mejor de mí, pero por favor, entended que además de médico, soy ser humano,